“Japón es una región madura, democrática, global y con poder civil, en medio de una política internacional cada vez más tensa”, afirmó Akihiko Tanaka, presidente de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), en una conferencia especial que impartió en el Centro del Japón de la Universidad de los Andes.
Su visita ocurrió el pasado 23 de febrero de 2023, con el propósito de continuar extendiendo la compresión y los lazos de amistad entre la nación colombiana y la japonesa. Su reflexión se centró en cómo es la Japón posterior a la Guerra Fría, para aportar enseñanzas útiles que pueda emplear Colombia para resolver sus problemáticas.
En su discurso inició explicando que, aunque los períodos de guerra en Japón causaron contratiempos sociales y económicos, el país encontró las maneras de solucionarlos y tener un desarrollo importante. Tanto así que, a pesar de que la población tiende a envejecer y disminuir, cuenta con la esperanza de vida más alta.
“El escenario más pesimista indica que los habitantes de Japón podrían convertirse en los casi 60 millones. Pero, si bien eso suena angustiante, la realidad es que los japoneses son muy saludables, activos y disfrutan de una seguridad privilegiada en la que la tasa de homicidios es inferior al 0.3 %”, puntualizó Akihiko Tanaka.
Como segundo punto, argumentó que detrás de Estados Unidos y China, Japón es el país con el tercer producto interno bruto (PIB) más grande. Esto debido a que tuvo un crecimiento económico acelerado después de la Segunda Guerra Mundial y, pese a que la curva descendió un poco desde 1990, mantuvo un ritmo constante que permitió que los precios no se incrementaran y se alcanzaran acciones relevantes en el mercado de valores.
Junto a ese planteamiento, reconoció que la economía japonesa es madura porque no es derrochadora. Esa virtud le ha posibilitado utilizar cantidades energéticas eficientes, que tienen potencial para cuidar el PIB y son amigables con el cambio climático.
El especialista en política internacional también abordó la idea de que para Japón es un acierto ser una democracia liberal. Las razones se relacionan con el hecho de que aprendió que el régimen autoritario causó mucho caos y, como consecuencia, aunque han surgido reformas, el sistema político se ha mantenido.
La globalidad del país oriental fue otro de los aspectos que destacó, puesto que, a partir del inicio de las inversiones extranjeras directas en 1980, ha gozado de ganancias netas muy grandes y se ha consolidado como la nación más acreedora del mundo.
Además, hacia el final de su intervención mencionó que Japón es un socio civil trascendental para el desarrollo y que las acciones de JICA en Latinoamérica lo demuestran. La organización ha propuesto una mejora ambiental en el río Tieté de Brasil para reducir daños por inundaciones, un sistema de purificación del agua en Coronel Oviedo, Paraguay, para proteger la higiene de los ciudadanos, un proyecto de atención obstétrica de emergencia en Bolivia, un fortalecimiento de las dinámicas agrícolas colombianas para promover paz y una capacitación para actuar contra las áreas contaminadas por minas en Colombia.
Sin embargo, sin dejar de desconocer esas ventajas, el doctor Tanaka advirtió que la tensión geopolítica actual está generándole múltiples desafíos a la región japonesa. El motivo es que se está teniendo que aumentar el presupuesto de defensa porque la seguridad humana puede quedar inmersa en un entorno de amenaza.
Con respecto a esa dificultad, Carolina Urrego Sandoval, doctora en Economía Política Internacional de King’s College London, máster en Estudios Internacionales de la Aarhus University de Dinamarca y profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes, le preguntó sobre un mecanismo para evitar un conflicto en el Pacífico y él resaltó la importancia de la unión. “Una guerra en esa región provocaría una devastación peor que la de Ucrania y, por eso, es necesario crear un sistema de disuasión y conectar a todos los territorios. Es fundamental potenciar el desarrollo sostenible del indo-pacífico para que nadie se interese en destruirlo”, concluyó Akihiko Tanaka.
El encuentro de talla internacional contó con la presencia de Catalina González, directora de Internacionalización, Julio Ángel Mejía, director honorario del Centro del Japón y Takasugi Masagiro, embajador de Japón en Colombia. Para ellos, estas iniciativas impactan en la promoción del conocimiento y fomentan el crecimiento de calidad.