Del 31 de agosto al 2 de septiembre (fecha de Colombia) se realizó un evento internacional Liderado por la Universidad de Tsukuba para conversar acerca de ODS (Objetivos de desarrollo sostenible) entre estudiantes de Latino América y de Japón.
Este evento tuvo participantes de diversos países alrededor del mundo que se juntaron para conversar acerca del avance de la Agenda 2030 y la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en America Latina y el Japón. Las instituciones participantes fueron: desde México El Colegio de México y la Universidad de Guadalajara; como representantes de Chile la Universidad de Chile; desde Perú, la Pontificia Universidad Católica y la Universidad Nacional San Marcos; como representantes de Colombia, la Universidad de Los Andes; desde Brasil la Universidad de São Paulo y la Universidad de Tsukuba desde Japón.
El objetivo era reunir a estudiantes de pregrado y maestría de América Latina y Japón a trabajar en equipos multidisciplinarios para plantear cuales son las problemáticas más significativas en estos países, así como encontrar posibles soluciones que generen conciencia sobre los retos apremiantes que plantea la Agenda 2030 a nivel global.
El primer grupo conversó acerca de los desperdicios generados por grandes cantidades de comida procesada y semi procesada en Japón, cuyos altos porcentajes vienen dados mayoritariamente por las industrias. Esto ha generado a la larga un problema ambiental en el país y durante la conversación se encontraron soluciones como la implementación de penas por el desperdicio de comida, intervenciones gubernamentales efectivas, así como realizar análisis de mercado para no sobre producir y procurar la distribución de estos productos a nivel nacional.
El segundo grupo trató el tema de la polución en ambientes urbanos y como disponer inteligentemente de los desperdicios. Durante esta exposición se mostraron estadísticas que evidenciaban el accionar que tienen diversos países con respecto al tratamiento de desperdicios, entre los cuales se encuentra el reciclaje, los vertederos de basura y la incineración. Enfatizando que la incineración es a la que atribuyen los mayores problemas ambientales y efectos en el cambio climático. Las soluciones que se plantearon se basan en un mejor manejo de los desperdicios extendiendo la responsabilidad de estos tanto al productor como al consumidor. Durante la conversación también se conversó sobre la necesidad de aumentar la capacidad de monitoreo y control de las autoridades competentes, fomentar el desarrollo y adopción de innovaciones y nuevas tecnologías, así como optar por mejores prácticas de producción previniendo y reduciendo la sobreproducción e incentivar y fortalecer la educación ambiental.
El tercer grupo se centró en la importancia de implementar educación de calidad para las mujeres y las minorías. Dicho tema surgió a partir de la conversación entre los estudiantes en donde se dieron cuenta que este es un reto común entre varios países que afecta profundamente a la población. Esta idea beneficiaría a muchas zonas poblacionales que son discriminadas por diferentes factores sociales, económicos, culturales y en general por estereotipos contra los que se desea combatir. Las soluciones planteadas giraron alrededor de incrementar las políticas de inclusividad, trabajar para posicionar estos temas en la agenda política de la mano de mujeres con reconocimiento público y alentar a las minorías a tomar liderazgo y crear programas que transformen la educación basados en la historia y la cultura.
El cuarto grupo puso como tema de discusión reducir las desigualdades socioculturales y ambientales. Los abismos socioculturales que experimentan varios países y que generan problemáticas a largo plazo se extienden a nivel global. Estas diferencias socioculturales perpetúan la situación de pobreza que se vive en algunos enclaves, así como la situación privilegiada de otros. Durante la conversación se plantea la solución implementada por algunos gobiernos con los subsidios pero que finalmente no es sostenible ni definitiva. Por esta razón, el diálogo se centró en como empoderar estas poblaciones con grandes índices de desigualdad ayudándolos a reconocer la magnitud de la problemática. Una comunidad fortalecida tiene más posibilidades de injerencia en la agenda de los gobiernos para que provean incentivos que apoyen en la reducción de desigualdades.
Con respecto a las desigualdades en términos ambientales que impactan directamente a la población pensaron que las soluciones pasan por generar leyes y estándares rigurosos, impuestos al uso de plásticos de un solo uso, castigos legales que generen disuasión en prácticas dañinas con el ambiente y nuevas alternativas para la generación de energía limpia.
El quinto grupo se centró en perspectivas y posibles soluciones para la pobreza. Empezaron exponiendo estadísticas de distintos países y sus niveles de pobreza y pobreza extrema para después abrir paso a la discusión sobre las condiciones de salud pública, el acceso a ella y cómo estas afectan al desarrollo de los países. El grupo concluyó con que la posible solución se basaría en apalancar recursos de la cooperación internacional, así como de inversión pública para poder mejorar los índices de pobreza del país que al fin y al cabo son una inversión de futuro.
El sexto y último grupo quiso hablar de la calidad de la educación poniendo como ejemplo las problemáticas específicas que afectan a cada uno de los países participantes. Japón posee una gran calidad en la educación, pero requiere de mejoras en la disminución de los costos de matrícula, así como en una mejor de los entornos educativos y los sistemas de apoyo a loe estudiantes para evitar suicidios y problemas de salud mental y/o física. Por su parte Brasil presenta otros retos ya que la educación es publica y más accesible pero aun así es difícil de acceder y sostener para estudiantes de bajos recursos. Para resolver esto, el gobierno debería invertir en mejorar la calidad de la educación y la infraestructura de las instituciones brasileñas además de evaluar y pagar justamente a los profesionales de educación sin importar si son del sector público o privado.
En Perú, las personas van a la universidad a través de un examen nacional, pero los cupos para ingresar a la educación superior son muy limitados, y las personas que desean acceder a la educación privada deben hacer una gran inversión económica. Para dar solución a esto, el gobierno debe invertir más en educación, enfocarse en mejorar las condicione de la población rural para que puedan acceder incluso a instituciones privadas y promover programas con adecuaciones en la calidad para alentar que todos los estudiantes que quieran puedan continuar sus estudios.
Por otro lado, la calidad de la educación en Chile ha mejorado en los últimos años, aunque es un sector muy competitivo y costoso. La población calificada en el país ha aumentado, generando crisis en los índices de empleabilidad. Para mejorar esta situación, el grupo de trabajo sugirió que se debían destinar más recursos públicos al sector, así como incentivar que la población escogiera a mandatarios que le apostaran a la educación y la expansión de sectores económicos para generar más oportunidades laborales.
Para concluir dicho evento, se recibieron las palabras de la señora María Claudia de la Embajada de Colombia en Japón y profesora Benton Caroline de la Universidad de Tsukuba, las cuales, felicitaron las investigaciones, planteamientos y trabajo de todos los estudiantes.